Estudios se presentaron en el simposio internacional Entendiendo la plasticidad fenotípica de organismos marinos en un mundo de multiestresores, realizado esta jornada en la UdeC (Mundo Acuícola). Una serie de...
Estudios se presentaron en el simposio internacional Entendiendo la plasticidad fenotípica de organismos marinos en un mundo de multiestresores, realizado esta jornada en la UdeC (Mundo Acuícola).
Una serie de estudios sobre los impactos que los cambios ambientales están provocando en los habitantes oceánicos presentaron investigadores de Hong Kong, Suecia, Estados Unidos, México y Chile en el simposio internacional Entendiendo la plasticidad fenotípica de organismos marinos en un mundo de multiestresores, realizado esta jornada en la UdeC.
El encuentro, organizado por el Centro para el estudio de forzantes múltiples sobre sistemas socio-ecológicos marinos (Musels) y el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), es parte de un taller destinado a al diseño de un experimento de escala global con que los investigadores esperan conocer más sobre la plasticidad fenotípica en el mar (los cambios que ocurren en los organismos debido a las condiciones ambientales.
La respuesta de ciertas especies a forzantes derivadas del cambio climático global como la disminución del pH y la acidificación del océano, la pérdida de oxígeno; así como las diferencias que se dan entre poblaciones situadas en lugares diferentes fueron parte de los temas presentados en el simposio.
El Dr. Cristian Vargas, director de Musels y coordinador del Simposio, explicó que ya los científicos han constatado que “la disminución del pH (en los océanos) efectivamente puede tener implicancias en la fisiología de organismos marinos como moluscos, gastrópodos, crustáceos y peces, que el aumento de la temperatura puede tener consecuencias en el metabolismo de estas especies”.
“También vemos que no todas las poblaciones responden de la misma forma, entonces queremos tratar de entender cuán plásticas son, cuáles son las razones y el límite de esta plasticidad. En el fondo, hay especies que tienen una cierta capacidad de tolerancia, hay poblaciones que son más resilientes a estas fluctuaciones”, señaló.
Lo importante para los científicos, ahora, es descifrar las claves de esa plasticidad “porque no sabemos si estamos en el límite, si estamos justo en el borde de tensión de un elástico que tal vez está a punto de romperse”, señaló el investigador.
Ese es el sentido del experimento global que, como adelantó Vargas, esperan llevar a cabo dentro de los próximos dos años y que usará como modelo al Mytilus galloprovincialis, un tipo de chorito originario del mediterráneo, que ha sido introducido en distintos países, incluido Chile.
“La idea (del ensayo) es ver cómo las poblaciones (de la misma especie) en hábitats diferentes responden a los cambios del ambiente”, indicó el académico, señalando que en el trabajo de diseño concluyeron que existe un potencial de ampliar el experimento a otros países.