La iniciativa involucra nueve caletas a lo largo del país y busca agregar valor a los productos de la pesca artesanal y ser un aporte al consumo seguro de pescados...
La iniciativa involucra nueve caletas a lo largo del país y busca agregar valor a los productos de la pesca artesanal y ser un aporte al consumo seguro de pescados y mariscos (Mundo Acuícola).
El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura y el Fondo de Fomento para la Pesca Artesanal, en conjunto con la empresa chilena Shellcatch, lanzaron en la Caleta de Quintay el Programa Piloto de Trazabilidad Comercial, que se implementa en nueve caletas artesanales del país, dos en Coquimbo, tres Valparaíso, una en Maule y dos en Biobío. La actividad se realizó en el marco de las actividades de promoción de consumo y combate a la pesca ilegal previo a Semana Santa, cuando se registra en el país la mayor demanda de recursos pesqueros.
En este sentido, este programa piloto aporta en tres ámbitos claves: permite un mejor control de la pesca gracias a la integración tecnológica; garantiza la legalidad del producto y, por último, -a partir de la misma tecnología- facilita a los ciudadanos el acceso directo a un producto legal y controlado, del que pueden conocer el trayecto completo desde que fue capturado hasta que llega a sus manos (trazabilidad).
Esta primera etapa – lanzada junto a los principales actores del mundo de la pesca- está enfocada en facilitar cámaras a bordo de las embarcaciones y en los puntos de desembarque. Además de realizar capacitaciones en buenas prácticas para el manejo de los recursos y para utilizar la aplicación Móvil que registrará en línea las operaciones de pesca, permitiendo así la trazabilidad desde la captura de los recursos hasta el consumidor final.
Para la directora de Sernapesca y presidenta del Consejo de Fomento para la Pesca Artesanal, Alicia Gallardo Lagno, “esta iniciativa piloto con el Fondo de Fomento para la Pesca Artesanal, permite que el consumidor pueda tener acceso a saber dónde se pescó, en qué lugar, qué pescador, etc. Esto va ayudar al consumidor a valorar la pesca legal y a desenmascarar aquellas mafias de pesca ilegal que lucran con los pescadores legales”, sostuvo la autoridad nacional de pesca, quien precisó que en el marco de la Ley de Modernización de Sernapesca, “tenemos que certificar la pesca y es tener el peso adecuado, comprobar algunas medidas de administración como la talla mínima, cuando hay cuota, por lo tanto esta medida facilita nuestra labor fiscalizadora y puede combatir mejor la pesca ilegal y promover y dar un valor agregado al pescador legal que ese es el gran objetivo de este proyecto”.
Agrega valor
En una segunda fase, toda esta información será contenida en una etiqueta que el consumidor podrá visualizar a través de un código QR, el que escaneado permite conocer la fecha y el lugar de captura, la ruta que recorre el producto hasta llegar al consumidor final e incluso el nombre del pescador y la embarcación que estuvo a cargo de la operación de pesca.
Javier Álvarez, presidente del Sindicato de Pescadores de Caleta Quintay, agradeció la iniciativa, sobre todo como dijo porque ayudará “a que nuestros recursos tengan su origen de caleta y el tema del precio, que va con un valor agregado, lo que es muy importante para nosotros ya que el intermediario muchas veces paga lo que quiere”.
Por su parte, Alfredo Sfeir, gerente general de Shellcatch, destacó que “ésta es una muy buena alternativa para que los pescadores artesanales puedan generar, en algunos casos, mejores precios de venta, aumentar el número de clientes y que a su vez el producto que llegue a la mesa del consumidor esté fresco”, recalcando además que “servirá para mitigar los problemas que se generan con la pesca ilegal”.
La iniciativa significa un gran paso en la integración de la tecnología con las buenas prácticas, sumando en la necesidad fiscalizadora del Estado de Chile que hoy está enfocada en registrar y regular la extracción de la pesca y velar por la sustentabilidad de los recursos, invitando a que todos los actores del sector tomen conciencia de que la situación actual de las pesquerías requiere un esfuerzo mayor para cuidar estos recursos.
Finalmente, este programa acerca a los pescadores a los puntos de venta y consumo como ferias, supermercados, hoteles, restaurantes y casinos, lo que les permitirá negociar directamente los precios, transformarse en proveedores directos y mejorar la vinculación de la faena pesquera con la ciudadanía, a la que gracias a esta tecnología se le ofrece información fidedigna de lo que se va a consumir, con mejores estándares de calidad y seguridad de los recursos frescos comercializables.