El ingenio es una de las características de las más de 30 ideas presentadas por pescadores de distintas caletas del país para enfrentar el problema del lobo marino, en el...
El ingenio es una de las características de las más de 30 ideas presentadas por pescadores de distintas caletas del país para enfrentar el problema del lobo marino, en el marco de un concurso organizado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Subpesca (Mundo Acuícola).
En Chile hay unos 200 mil lobos marinos que, al carecer virtualmente de predadores, se multiplican a discreción. Estos animales se alimentan de las capturas de los pescadores y causan daños en aparejos, así como en las propias embarcaciones. En 2018, además, se reportaron casos de ejemplares que mataron a decenas de cisnes de cuello negro en una reserva de la Región de Los Ríos, y últimamente estos mamíferos se han “apropiado” de calles en Valdivia.
El concurso de ideas se suma a otras acciones que forman parte de la estrategia concebida por Subpesca para encarar el problema del lobo, como la confección de un manual de buenas prácticas dirigido a pescadores, y el desarrollo de programas piloto en tres caletas del país, para probar, entre otros, equipos para levantar las capturas desde las embarcaciones.
«El problema del lobo marino es de antigua data y enfrentarlo era urgente. Una de las medidas innovadoras que tomamos fue pedirles a los propios afectados, vale decir a los pescadores, que propusieran fórmulas para encarar las complicaciones que genera este mamífero. Estábamos muy esperanzados de que surgirían buenas ideas, y así ocurrió», planteó el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme.
Algunas de las propuestas remitidas al concurso apuntan a establecer puntos de alimentación controlados para los lobos marinos, con desechos de peces, con el fin de alejarlos de las zonas en que se echan las redes y llevan adelante las capturas.
Una de las ideas, de hecho, considera específicamente instalar balsas acondicionas para el reposo de la población de lobos marinos, de modo que los animales coman allí los restos de los peces y, de paso, se conviertan en una atracción turística.
También en el turismo, así como en la “integración” del mamífero a las caletas y su entorno, está centrada otra de las estrategias. Esta postula crear la figura de un “árbitro domador”, que alimente a los lobos y los transforme en una suerte de mascota para la comunidad.
Otras propuestas tienen en cuenta a la orca: una de las pocas especies que se alimenta del lobo marino. Así, se sugiere equipar los aparejos de pesca con dispositivos sonoros -resistentes al agua- que imiten el sonido de ese cetáceo, o señales acústicas similares, en alta frecuencia.
Bajo una lógica similar, otra idea estipula impregnar las redes y los restantes implementos de pesca con el olor de la orca, para ahuyentar al mamífero y mantenerlo lejos de las embarcaciones, en el curso de las faenas.
En otro plano, se da igualmente el caso de planes que se enfocan en el control de la población del lobo. Según esa premisa, plantean ejecutar un masivo programa de esterilización de hembras, para evitar que sigan reproduciéndose sin control.
Los drones tienen también un lugar entre las propuestas. Un equipo de concursantes dice que podrían usarse en las zonas de pesca, con el fin de emitir sonidos de orcas y proyectar imágenes sobre el agua, que asusten a los lobos.
Otra iniciativa de raíz tecnológica es aquella que postula el desarrollo de un software, que señale ubicación, densidad y otros datos, sobre la presencia del mamífero y de los cardúmenes de peces.
Los ganadores del certamen -que distribuye $78 millones, provenientes del Fondo de Administración Pesquero de Subpesca, y destinados a la adquisición de equipos de trabajo- serán anunciados próximamente.