Nueva norma legal establece un mayor control en aquello que ocurre después de la captura, es decir en el procesamiento y en la comercialización que tienen mayor impacto en la...
Nueva norma legal establece un mayor control en aquello que ocurre después de la captura, es decir en el procesamiento y en la comercialización que tienen mayor impacto en la sustentabilidad (Diario El Sur).
Aunque no está definido del todo el inicio de la temporada de pesca de sardina y anchoveta, la principal pesquería de la Región del Biobío, porque habrá que esperar el último informe oficial del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) respecto de la talla, la decisión no debería prolongarse por más de una semana.
Así lo informaron tras reunirse en la sede de la Seremi de Economía, el titular regional de esta cartera, Mauricio Gutiérrez con la directora Nacional de Sernapesca, Alicia Gallardo y el director regional de la entidad, Claudio Báez, y donde el eje central del encuentro fue el reforzamiento de las nuevas atribuciones de Sernapesca, tras la entrada en vigencia, en enero recién pasado, de la Ley de Modernización y Fortalecimiento de la entidad.
Alicia Gallardo, precisó que está todo listo y dispuesto para que en los próximos días la flota pesquera artesanal de Biobío zarpe en busca de las 216 mil 888 toneladas de sardinas y anchovetas asignadas para este 2019. «La Subsecretaría de Pesca, mediante resolución N° 722 del 22 de febrero, estableció 10 días de operación exclusiva para las embarcaciones menores de 15 metros de eslora, y posteriormente podrá partir la flota entre 15 y 18 mts. Recordemos que la zona principal de pesca es en la Bahía de Concepción y el Golfo de Arauco, aunque cabe también mencionar que Ñuble y Biobío fueron declaradas zonas marítimas contiguas por lo que las cerca de 450 naves que operan sobre sardina y anchoveta podrán desplazarse en maritorio de ambas regiones».
«Queremos dar una señal importante para respaldar el proceso fiscalizador y prepararnos con estos nuevos elementos y potestades sancionatorias muy relevantes para quienes infrinjan la ley», sentenció.
Recordó que la nueva norma legal establece un mayor control en aquello que ocurre después de la captura, es decir en el procesamiento y en la comercialización que tienen mayor impacto en la sustentabilidad. «Teniendo en consideración que la sardina y la anchoveta están en un nivel importante de sustentabilidad vamos a poner nuestro mayor esfuerzo en la fiscalización cuando se inicie».
«Con nuestra nueva estrategia de fiscalización implementada en 2018, dimos cobertura al 100% de los desembarques de la flota pelágica en Biobío, y con eso, bajamos a un 5% la declaración de fauna acompañante, una cifra histórica de acuerdo a nuestros informes estadísticos. Eso se traduce en un mejor control de la cuota de captura asignada, un indicador de disminución de pesca ilegal y por tanto, un trabajo efectivo de protección de los recursos y resguardo de la sustentabilidad de la actividad económica».
Gallardo, fue enfática en mencionar que la certificación es obligatoria y necesaria para la correcta obtención de la Acreditación de Origen Legal de los recursos.
Más funcionarios
La autoridad precisó además, que la ley también estableció un aumento de la dotación de Sernapesca en 253 funcionarios que se irán contratando en forma gradual. Es así que para Biobío están consideradas 120 personas al año 2020. Sin embargo, dado que la temporada de la sardina y anchoveta es clave, se decidió redistribuir algunos funcionarios para potenciar el proceso fiscalizador mientras ocurre la contratación de los nuevos. «Estamos preparados como servicio, además de dotarnos de más medios tecnológicos, porque la fiscalización no solo significa estar presencialmente sino que estar realizando revisión documental y trabajando en alianza con los otros órganos fiscalizadores como la Armada y las policías».
Consultada sobre el temor a las sanciones del Sernapesca por parte de pescadores artesanales de menor tamaño y que comercializan en ferias libres, la directora nacional dijo que la ley no criminaliza a nadie, al revés, reconoce la pesca de subsistencia y que no estará sometida a la fiscalización, pero sí a las medidas de administración de la ley. «La ley protege los recursos considerando su impacto en la sustentabilidad y vamos a poner todos los esfuerzos en todo lo que implique algún desmedro para ellos, y en el control de la pesca ilegal y en cierto tipo de mafias u organizaciones que están lucrando con la actividad y justamente dañan al pescador artesanal».
Precisó que esta es la primera ley de pesca que tiene un especial foco en el combate a la pesca ilegal, y agrega que la ilegalidad en términos de volumen en el caso de la sardina-anchoveta, llega a las 130 mil toneladas y en la merluza común a 70 mil toneladas y en el huiro, en un volumen menor.
«Estamos proponiendo en avanzar en los indicadores de ilegalidad, pero también en los de legalidad, es decir, cuánto más se declara y en el último operativo de merluza común que se hizo en el terminal pesquero Metropolitano de Santiago y varias caletas la declaración aumentó en un 20% y eso es un buen indicador», concluyó.